Marlaska alcanza el récord de suicidios en la Policía y la Guardia Civil en 19 años
El Ministerio del Interior reconoce que en 2021 se registraron 30 suicidios de miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Se trata de un triste récord que alcanza Fernando Grande-Marlaska (PSOE). Según los datos oficiales recabados por OKDIARIO, de media se contabilizaban una veintena de casos al año, pero en el pasado ejercicio esta cifra se disparó. El dato más bajo de las últimas dos décadas fue en 2011 cuando 13 agentes se quitaron la vida.
La Secretaría de Estado de Seguridad, en una respuesta firmada por la directora de gabinete, explica que a los 30 suicidios (15 policías y 15 guardias civiles) se suman 21 tentativas de muerte intencionada en 2021. También es una cifra alta teniendo en cuenta los datos de ejercicios anteriores: 2020 (10), 2019 (8), 2018 (7), 2017 (24), 2016 (14), 2015 (13), 2014 (2), 2013 (6) y 2012 (3).
Las estadísticas de Interior también recogen que la inmensa mayoría de suicidios se consumaron con armas de fuego. En concreto, 29 de los 30 fallecimientos del año pasado. Por sexo, la mayor parte fueron hombres (29) frente a una sola mujer.
Por comunidades autónomas, de enero a diciembre de 2021 se quitaron la vida dos policías en Castilla León, dos en la Comunidad Valenciana, uno en Extremadura, uno en Galicia, siete en Madrid y dos en el País Vasco. A ellos se suman un guardia civil en Melilla, tres en Castilla-La Mancha, uno en Canarias, dos en Andalucía, cuatro en Castilla y León, uno en Madrid, uno en la Comunidad Valenciana y otro en Ceuta.
Por otra parte, Interior detalla que la Policía Nacional cuenta con el Plan de Promoción de la Salud Mental y Prevención de la Conducta Suicida que se aprobó en noviembre de 2020. Busca la mejora del bienestar psíquico de los funcionarios y pretende abordar la promoción integral de la salud mental y la prevención de la conducta suicida. Un plan que se ha realizado con recursos propios de la Dirección General de la Policía.
Del mismo modo, se esgrime que el servicio de Psicología de la Guardia Civil cuenta con un plan para prevenir las conductas suicidas. El actual Plan Preventivo de Asistencia Psicológica, de 2010, es continuación de un plan previo vigente entre 2005 y 2010. También disponen de medidas de prevención primaria (ofrecer formación y divulgación), secundaria (evaluación del personal) y terciaria (acciones terapéuticas o paliativas tras un intento de suicidio).
Cada 26 días
Los sindicatos policiales llevan años reclamando medidas. CSIF, SUP, CCOO y AUGC subrayan que el suicidio «es evitable» en los cuerpos policiales y de emergencias. Hace unos días en un acto en Zaragoza lamentaron que cada 26 días una persona de los Cuerpos de Seguridad y de emergencias se quita la vida.
«Tenemos que hablar de los riesgos psicosociales derivados de la organización del trabajo y que trágicamente a veces acaban en suicidio», sostiene el secretario de Salud Laboral de la Federación Servicios a la Ciudadanía, Ángel Citorés. «Las administraciones se tienen que empezar a tomar esto en serio. Tenemos que evitarlo y para ello tenemos que trabajar en salud laboral», pide.
Estos suicidios están por encima de la media de España. «Esto se da porque tenemos un fácil acceso al medio suicida. Esto es un problema de salud pública, evitable y que hay que visibilizarlo para poderle poner fin», subraya Carlos Morales, del SUP.
Por su parte, Marcial Álvarez (AUGC Aragón) incide en que con la pandemia, los suicidios se han incrementado más en el entorno rural que en el urbano. «La Guardia Civil es un cuerpo policial que se dedica más al mundo rural y sí tiene unas cifras más altas de suicidio que el Cuerpo Nacional de Policía. Este problema de salud laboral es multicausal y no se puede ceñir sólo a un factor condicionante. La Guardia Civil no tiene tampoco una jornada de trabajo establecida, por lo que aumenta el nivel de estrés de este cuerpo de seguridad».
Los representantes de los agentes piden «una estrategia preventiva que detecte y minimice los riesgos laborales». Luis Clarimón (CCOO) considera que el suicidio en el ámbito laboral es «consecuencia de una serie de condiciones como una elevada presión en el trabajo, estrés, tensiones con los jefes o mando y poca recompensa profesional».
«Riesgos psicosociales que pueden acabar en enfermedades cardiovasculares, dérmicas o neuromusculares. Hay que evaluar de manera científica la salud laboral y conseguir que las fuerzas de seguridad participen de forma anónima en la evaluación de riesgos psicosociales», zanja.
También el CSIF pide un Plan Nacional de Prevención del Suicidio con medidas concretas para los colectivos más vulnerables como policías, sanitarios o bomberos. Son trabajadores con altas cargas de estrés por las características propias de su trabajo. «A estas se suma otras problemáticas familiares por turnos y horarios intempestivos, sin festivos y sin vacaciones fijas», advierte.